EL DELANTERO MOSTRO SU ENOJO CON LAS REPERCUSIONES DE SU DESGARRO
Regresó a Argentina, donde permanecerá entre dos y tres semanas.
Quiere tranquilidad. Por eso eligió viajar a Arroyo Seco, su lugar en el mundo, para recuperarse. Aunque sea, para estar en casa unos días. Pero antes tenía algo que decir. Lionel Messi está dolido y, antes de partir a su ciudad, mostró toda su bronca en Ezeiza: “Se dijeron muchas barbaridades y mentiras sobre mi lesión. Esto pasó porque tenía que pasar”, aseguró en relación a las versiones que vincularon su tendencia a lesionarse con el tratamiento para el crecimiento que realizó cuando tenía 12 años.
“Hay gente que habla sin saber y no me interesa saber con qué intenciones lo hace. Todo lo que se dijo me resulta extraño”, acusó el delantero de la Selección. Días atrás, su padre había realizado declaraciones similares, que ayer amplió: “Se escucharon estupideces de profesionales o seudoprofesionales. No me gusta que vinculen la lesión al tratamiento porque no tiene nada que ver”.
Messi sufrió un desgarro en el bíceps femoral de su pierna izquierda hace 11 días en el partido entre Barcelona y Celtic por la Liga de Campeones, y estará alejado de las canchas por, al menos, cinco semanas más. “Lo único en lo que pienso es en recuperarme para volver con mi equipo y en trabajar para no volver a lesionarme”, afirmó.
El futbolista, que estará en Argentina entre dos y tres semanas -según cómo evolucione la lesión-, contó que eligió recuperarse aquí porque “el país se siente. Acá estoy mucho más tranquilo, con mi familia y mi gente”.